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diciembre 18, 2012


Siguiendo con esto de ver qué obras, qué autores, qué criterios editoriales han sido los utilizados en el sistema literario de los últimos años, fuimos a preguntarle a Alejandro Gortázar... acá dejamos sus respuestas.


 Cuestionario: Alejandro Gortázar 


Dentro de las obras de los autores uruguayos y argentinos que comienzan a publicar narrativa a partir de los noventa:

  • ¿Cuáles te parecen más relevantes y cuales te gustaron más? ¿Por qué?

No sé. Tendría que ir a mirar la biblioteca a ver cuáles son argentinos y uruguayos. Se me ocurre que Alan Pauls (leí El pasado) y Martín Kohan estarían en esa lista. Fogwill no empezó en los noventa, pero sería ridículo no mencionarlo. No leí a Aira, ni quiero leerlo en este momento. Creo que es como que “hay” que leerlo ¿no? Tal vez lo haga este verano. Luis Chitarrone está pendiente también. Una vez encontré en una mesa de saldos un libro de C.E. Feiling. Eran textos breves, escritos para prensa o para revistas. Me gustó mucho, pero no pude encontrar ninguna de sus novelas. Washington Cucurto me gusta, le da un poco de aire a LA literatura. No sé quiénes empezaron a publicar en los noventas en Uruguay. Tendría que ir a buscar información. En esa época leía Cerdos & Peces, La Oreja Cortada, La República de Platón. No me podía comprar novelas, estaban caras. Compraba usado y buscaba otras cosas... poesía por ejemplo y cosas viejas. No accedí a lo que pasaba en el mundo editorial en los noventas. Todo lo que leí de los autores que mencioné es reciente, cuando pude empezar a comprar libros o cuando me los daban en la diaria. Me gustaban Héctor Bardanca y Lalo Barrubia. Me hizo reir una lista de Escanlar sobre las 69 cosas que odiaba que salió en la Oreja Cortada. Por aquel entonces sacó Oda al niño prostituto por la editorial Yoea (creo) pero no pude comprarlo, aunque me llamaba la atención el título y que incluyera comics clase b. Una década después apareció su personaje mediático y las notas de Búsqueda. No leí nada más de Escanlar de aquella lista. Alguna vez tuve en mis manos el libro de Bardanca: Polaroid y me gustó. Me gustaba La Oreja Cortada y su poesía. Alcuri me gusta. Peveroni me gusta, no me gustó tanto El exilio según Nicolás, pero su poesía me gusta mucho. Los que te mencioné me gustan, pero seguramente hay más. Hablando de quienes empezaron en los noventas o por ahí. No sabría decirte cuáles son relevantes. Eso supondría una investigación. Me gustan esos autores. Los disfrute por diferentes cosas y en diferentes momentos.


  • ¿Cuáles son tus criterios para evaluar estas obras y autores?

El único criterio es el goce, que tiene sus variantes. Algunos autores me gustan porque patean/patearon el tablero, otros porque son inteligentes o refinados, otros porque me da envidia como escriben. También por todas esas cosas combinadas. Otra cosa distinta es si estuviera haciendo una investigación. Ahí está el goce pero también lo que estás obligado a leer según lo que definiste como problemas. Si yo tuviera que estudiar el período estudiaría el impacto del neoliberalismo en la cultura (en la época de “el fin de la historia” de Fukuyama, “con los blancos se vive mejor” de Lacalle, el rivarolaser de Sanguinetti y el “pizza y champaigne” de Menem), el peso del mercado (editorial), la ruptura con el macondismo como estética. Pero también fenómenos con menos prensa e igual de importantes para entender el presente. Como las editoriales independientes o artesanales. O las revistas. Entran en el escenario las nuevas tecnologías también.


  • ¿Cuáles te parece que han sido los criterios de las editoriales para publicar durante este período?

Depende de que editorial hablemos. Todas están interesadas en vender. Unas más y otras menos. Pero obviamente las multinacionales están para vender basura y eso es lo que hace posible que también se publiquen autores valiosos, la mayoría con un piso de ventas asegurado. Las editoriales locales operan más o menos igual. Se publican cosas que venden para después publicar cosas que eligen los editores. Ahí hay un poco más de riesgo. No todas son máquinas del marketing. A veces publican cosas porque están buenas o dan prestigio a su catálogo.


  • ¿Te parece que hay elementos de novedad o ruptura en estas obras?


Esta pregunta es difícil. No estoy seguro de poder contestarla. Solamente se me ocurre preguntarles novedad respecto a qué. Para mí esa es la respuesta. La Oreja Cortada era novedosa, rompía la monotonía. Te leían a Francisco Acuña de Figueroa como un vanguardista o te preguntaban dónde estaba la concha de Delmira Agustini. La reivindicación de la cumbia de Cucurto es rupturista en relación a los profesores de Filosfía y Letras de la UBA, Escanlar es rupturista en relación al predominio de la izquierda en la cultura, a la murga o a la obra de Galeano. Las cosas que me gustan me aportan alguna novedad que, supongo, la mayoría de las veces se desvanece al hacer una investigación. 

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